Por Jorge Villavicencio. El siguiente artículo refleja la opinión de su autor.
La reciente declaración del ENACOM que obliga a todos los operadores de cable del país a retransmitir de manera obligatoria el Canal E de la editorial Perfil vuelve a abrir el debate sobre la injerencia del Estado en la actividad privada.
Esta medida pone de manifiesto la debilidad del gobierno federal para transmitir sus ideas, a pesar de contar con radios y canales estatales que pueden ser sintonizados en todo el territorio nacional, pero que no despiertan gran interés en la mayoría de los ciudadanos. Además, existe una gran cantidad de medios que responden ideológicamente al partido gobernante.
Ahora el gobierno vuelve a imponer un criterio, siguiendo un estilo típico «chavista», al obligar a todos los operadores de cable a transmitir el Canal E, que claramente está alineado -como muchas otras señales- con la agenda mediática partidaria.
Esta no es la forma adecuada de transmitir ideas y propuestas, mediante la imposición de un nuevo medio que se somete a sus propios intereses eleccionarios. Estimo que una vez más, los espectadores volverán a ejercer su libertad utilizando para ello el democrático control remoto.