Miramar de Ansenuza y sus alrededores se vieron azotados en las primeras horas de hoy por una potente tormenta que trajo consigo fuertes vientos, actividad eléctrica y una sorprendente pedrea que dejó consecuencias en la región.
La tormenta hizo su entrada a las 4 de la mañana, llevando consigo ráfagas de viento que alcanzaron los 70 km/h. Posteriormente, alrededor de las 4:40 horas, la localidad experimentó una intensa granizada, con piedras, que según reportaron algunos vecinos en el centro tenían el tamaño similar a un huevo de gallina, en tanto aquí en planta transmisora de Radio Cardinal, el tamaño del granizo fue similar a un carozo de durazno.
Los estragos de la pedrea se hicieron evidentes en los campos, especialmente entre los agricultores dedicados a la horticultura, cuyos cultivos resultaron afectados. Además, la arboleda de la zona perdió una considerable cantidad de follaje durante los 3 a 4 minutos de intensa actividad granicera.
En cuanto a las precipitaciones, se registraron 52 mm de lluvia hasta las 8 de la mañana de hoy, sumándose a los 44 mm acumulados ayer, lo que da un total de 96 mm en las últimas 24 horas.
La situación en los caminos rurales es delicada, ya que se encuentran con agua sobre la calzada. Se aconseja encarecidamente evitar el tránsito vehicular en la medida de lo posible hasta que las aguas se escurran y se evite el deterioro de las vías.
Las autoridades locales se encuentran evaluando los daños y coordinando acciones para brindar asistencia a los afectados. Se insta a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales y a tomar precauciones adicionales ante las condiciones meteorológicas adversas que puedan persistir en las próximas horas.
IMPACTO EN LAS QUINTAS DE MIRAMAR DE ANSENUZA
La tormenta que azotó Miramar de Ansenuza ha dejado secuelas significativas en la vital industria quintera de la región. Conocida por la calidad de sus productos agrícolas, la localidad ahora enfrenta desafíos considerables en la producción, especialmente en lo que respecta a los quinteros ubicados al Este de la ciudad.
Los productores de tomates, ya afectados por un virus biotrófico denominado «peste negra» hacia el final de la primavera, ahora deben lidiar con los estragos adicionales de la pedrea. Se pronostica una marcada disminución en la producción de tomates, lo que podría tener un impacto significativo en la oferta local de este importante cultivo.
En el caso del maíz y la producción de choclos, las plantas han sufrido daños que se traducen en el deshilachamiento de sus hojas. Sin embargo, se informa que, si el choclo ha alcanzado su crecimiento adecuado, existe la posibilidad de que sobreviva y continúe con su ciclo. Este grano desempeña un papel crucial en la alimentación local, especialmente en la alimentación de las nutrias, una carne característica en la cocina miramarense.
La situación es más desalentadora para los melones, ya que se teme que hayan sido afectados en su totalidad. Por otro lado, las sandías, con su cáscara más resistente, podrían tener una mayor capacidad para superar los efectos de la tormenta y continuar con su desarrollo. En cuanto a las uvas para consumo, que en Miramar muchos quinteros han comenzado a producir, las pérdidas han sido totales.
Los pimientos también han sufrido graves consecuencias, ya que cualquier herida infligida por el granizo puede provocar la pudrición irreparable del fruto. Esta pérdida afecta directamente a los productores de pimientos y, en última instancia, a la diversidad de la oferta agrícola de Miramar de Ansenuza.
Nota: Jorge Villavicencio para Radio Cardinal. Fotos: Gentileza Fernando Francini, Radio Cardinal.