Este viernes 22 de agosto, el Salón de Usos Múltiples de Miramar de Ansenuza fue escenario del III Foro de Turismo y Patrimonio Religioso del Noreste Cordobés, una jornada de encuentro y reflexión que buscó fortalecer las raíces culturales y espirituales de la región.

El evento contó con la participación de referentes institucionales, autoridades locales y especialistas en patrimonio. Entre las disertaciones, se destacó la exposición del vocal de la Agencia Córdoba Cultura, Arturo Bienedell, quien presentó la conferencia titulada “Reseña de la Iglesia Catedral de San Francisco. Su origen y desarrollo edilicio”. Su intervención brindó una mirada histórica y arquitectónica sobre uno de los templos más representativos de la provincia.

La jornada estuvo acompañada por el intendente de Miramar de Ansenuza, Gerardo Cicarelli, y el vocal de la Agencia Córdoba Turismo, Adrián Walker, además de representantes del sector turístico regional. Todos ellos reafirmaron el compromiso con el desarrollo cultural y turístico del noreste cordobés, entendiendo al patrimonio religioso como un eje estratégico para potenciar la identidad local y las propuestas turísticas.

Esta iniciativa que busca resaltar la importancia de articular el patrimonio religioso con el turismo cultural, como una herramienta para generar diálogo, integración y construcción colectiva, se perfila con grandes posibilidades de sumarse de manera activa a estos circuitos, al contar con templos de profundo valor espiritual e histórico. Entre ellos se destaca el Santuario Parroquia de la Inmaculada Concepción de Villa Concepción del Tío, declarado Monumento Histórico Provincial y centro de una de las peregrinaciones más significativas del interior cordobés, así como la Iglesia La Purísima de Las Saladas, que con su estilo neocolonial y su entorno natural invita a conjugar fe y paisaje.

Asimismo, la figura del Santo Cura Brochero aparece como un puente simbólico y espiritual que enlaza a la región con el turismo religioso provincial. El sacerdote cordobés visitó en diversas ocasiones las aguas de la Mar Chiquita y hoy su legado inspira el proyecto del Camino de Brochero, que vincula a Miramar de Ansenuza con otros destinos de fuerte raigambre religiosa.

La integración de estos espacios en un circuito común abre un horizonte de oportunidades para el noreste cordobés, no solo en términos de desarrollo turístico, sino también en la valorización de su patrimonio espiritual y cultural, consolidando a Ansenuza como un polo de encuentro entre historia, fe y naturaleza.

Nota: Jorge Villavicencio. Fotos: Prensa Miramar de Ansenuza

Por Jorge

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